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Los tiempos en que vivimos y la sociedad en la que estamos actualmente están en un profundo y continuo cambio. Hasta no hace mucho, los ciudadanos disfrutaban de una cierta organización -algunos más y otros menos- para distribuir los tiempos de trabajo y los tiempos de ocio con una cierta tranquilidad. Sin embargo, todo ello quedaría en el recuerdo con la llegada de la Era de la Información en los años 90', que provocó que el mundo y el tiempo de la información fueran a una velocidad mayor que el mundo físico y con ello que se acelerara el ritmo de vida de los ciudadanos de la mayoría de las poblaciones globales. Un cambio de ciclo, un cambio de era, al que no han estado ajenas las empresas informativas.
Con la evolución cada vez más frenética de las tecnologías, la sociedad y los hábitos de vida han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos: acciones como hacer la compra o sacar entradas para algún evento se pueden realizar ya desde Internet o pulsando la simple tecla de un dispositivo móvil. Por ello, los medios de comunicación, como meros emisores de la información hacia la sociedad, han tenido que ajustarse de igual forma a esta nueva forma de vida para no quedar obsoletos y poder cumplir así su principal función.
Tanto la televisión como la radio como la prensa ya no se pueden servir únicamente del televisor, del transistor o del periódico como vías para informar. Todos precisan actualmente de una página web propia en Internet o una aplicación para los nuevos aparatos tecnológicos como los smartphones o los iPad para llegar más rápido a sus públicos, ya que quedar atrás a la hora de hacer llegar las noticias provoca rápidamente la huida de los seguidores.
Y ya no solo basta con eso, sino que las redes sociales (como Facebook o Twitter) han revolucionado la forma de interactuar entre las personas y ello ha llevado a que los medios de comunicación, los grandes conglomerados mediáticos, hayan tenido que hacerse presentes también en estas plataformas como muestra de atención hacia sus públicos y también como forma de llegar más rápido a ellos, ya que estas vías, especialmente Twitter, ofrecen el envío y la llegada de mensajes a una gran rapidez.
Estas transformaciones tecnológicas van ligadas directamente con la forma de trabajo en los medios. Los procesos periodísticos van cada vez a una velocidad mayor ante la cantidad inmensa de noticias que acontecen y deben tratarse en las redacciones, por lo que el tiempo es aún más limitado y los periodistas deben ajustarse a él.
Son nuevos tiempos en los que los medios de comunicación, las empresas informativas, deben poner todo su empeño por ajustarse a los compases que marcan la información, las tecnologías y las necesidades de una sociedad cada vez más exigente por tener de primera mano todo lo que ocurre en el mundo. El mundo seguirá evolucionando y ante ello, las empresas informativas tendrán que ajustarse, ya que tienen un compromiso con la sociedad y ésta necesita de los medios para ser más libre y democrática.
Ya hasta los libros se pasaron a lo digital hace años con los eBooks. Se echará de menos dentro de poco el papel, pero los nuevos tiempos mandan jeje.
ResponderEliminarLa adaptación a las nuevas plataformas digitales es imprescindible no solo para los medios, sino para cualquier empresa, ya sea de información de otro ámbito.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, pero esas plataformas deberían de ser un suplemento más, no el sustituto, ya que si dejamos que las máquinas ocupen los puestos de trabajo, habrá mucha más gente en paro.
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