Un Rociana avasallador golea al Bonares y muestra sus credenciales como un equipo a tener en cuenta la próxima temporada
Este Rociana tiene muy buena pinta. A falta de poco más de un mes para que comience la competición, el conjunto rocianero está sorprendiendo a todos. Pocos esperaban que el equipo diera muestras de tanta superioridad ante sus rivales en los seis amistosos que ha disputado, la mayoría ante equipos de Preferente, pero la ambición de este equipo le hace no tener límites y le permite ser considerado como un rival duro de roer esta campaña.
Como si se trataran de auténticos perros presa, los futbolistas del Rociana se comieron durante la mayor parte del encuentro de ayer al Bonares, al que hincó el diente hasta en cinco ocasiones para vencer por un contundente 5-2. Intensos pero justos en la presión, seguros en la defensa, superiores en el centro y letales en la zona de arriba, los jugadores rocianeros maniataron a su rival durante toda la primera parte, en la que no dio un respiro a los once bonariegos. El Rociana se gustó, mostró un buen fútbol de toque y velocidad y se mantuvo firme atrás, donde no pasó apuro alguno Fichi. Como recompensa, se fue al descanso con ventaja de dos goles gracias a los goles de Chori, que consiguió un tanto propio de los que se repiten una y otra vez en los telediarios, y Sergio, que arriba sigue siendo una garantía de gol.
Si arrollador se exhibió el Rociana en el primer tiempo, no lo sería menos en el comienzo del segundo acto. En los primeros quince minutos de la reanudación, dos goles más, de Pablo y José Manuel, evidenciaban la notoria superioridad rojiblanca. Sin embargo, el Bonares, a pesar de no imponer su supuesta supremacía como equipo de división superior, sacó la casta que le caracteriza y, aprovechando el momento de mayor bajón físico de los rocianeros, consiguieron recortar distancias en el marcador. Primero, por medio de un penalti un tanto riguroso y que a punto estuvo de atajar el meta rocianero. Y minutos después, el desentendimiento entre los centrales al despejar un balón provocó que el esférico cayera muerto en el área y un futbolista bonariego le pegó de volea para anotar el segundo tanto del rival.
Tras el esfuerzo realizado, el cansancio llegó a los futbolistas de ambos conjuntos y los últimos minutos se hicieron muy largos para todos, aunque aún hubo tiempo para el quinto tanto rocianero, obra de Fran, quien aprovechó un balón suelto en el área bonariega para lanzar un derechazo que puso el balón en la escuadra y colocaba el definitivo 5-2 en el marcador.
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