Real Betis: ejemplo de gestión empresarial

Pepe Mel, Miguel Guillén y Vlada Stosic.
Foto: http://www.alfinaldelapalmera.com/

Las empresas informativas se asemejan a los equipos de fútbol: cada una tiene sus seguidores, las hay quienes están en la élite y otras que son más modestas y deben de utilizar sus recursos económicos, humanos y materiales para no perder su categoría e ir creciendo.

Siguiendo con la comparativa con el fútbol, si se pudiera escoger en la actualidad a un club, a modo de empresa, que ha conseguido salir de una situación catastrófica sabiendo gestionar sus recursos, ese sería el Real Betis. La entidad verdiblanca ha pasado en tres años (de 2010 a 2013), de tener una deuda cercana a los 90 millones de euros y estar en Segunda División a reducir a más de la mitad ese déficit y situarse entre los mejores equipos de la Primera División.

Tras la consecución de la Copa del Rey y la clasificación para la Champions League en 2005, el Betis entró en una debacle deportiva e institucional que duró cuatro años, hasta bajar a Segunda División en 2009. La mala gestión de Manuel Ruiz de Lopera, máximo accionista por entonces del club, con contrataciones millonarias de jugadores que no daban la talla, las pésimas planificaciones deportivas temporada tras temporada, el despilfarro económico y las deudas con otros clubes y Hacienda llevaron al equipo a pasar de la gloria al infierno en tan solo cuatro años.

Ahí no queda la cosa. El Betis no pudo conseguir el objetivo de la vuelta a Primera en su primer año en Segunda y la situación, ya de por sí complicada, empeoró: Lopera vendió sus acciones a Bitton Sport, empresa de la que era dueño Luis Oliver, pero este solo duró en el cargo cinco meses, aunque le dio tiempo de ahondar más la crisis financiera e institucional del club verdiblanco.

El futuro del equipo era desolador. Por ello, la única vía para sobrevivir fue entrar en Ley Concursal en diciembre 2010. Sin embargo, la entrada de un nuevo Consejo de Administración en diciembre de ese año propició la salvación de la entidad de una desgracia. José Antonio Bosch, Huidobro y Rafael Gordillo, administradores concursales, más la figura de Miguel Guillén, primero consejero y luego tomando el testigo de presidente del club otorgado por Gordillo, consiguieron hacer una limpieza, no sin obstáculos, que ha puesto al club a la altura del siglo XXI.

¿Cómo ha sido posible? Sabiendo gestionar los recursos de los que dispone. Sin poder competir con otros equipos con dinero para poder reforzar a la plantilla, la entidad se ha valido de sus recursos humanos y ha sabido promocionar su índole e idiosincrasia histórica para atraer la atención de futbolistas y conseguir la permanencia del personal de la plantilla. La incursión en Ley Concursal obligó al equipo a poner al día las fichas de jugadores y miembros del club, lo que parecía imposible para una entidad que estaba desahuciada, pero con el trabajo administrativo de los directivos, realizando acuerdos con empresas, nuevos patrocinios, marketing y buscando nuevas inversiones publicitarias, unido al ascenso a Primera División en 2011, posibilitó que, a día de hoy, las cuentas del club estén puestas al día con todos los miembros de la plantilla y que las deudas, sobre todo con Hacienda, hayan descendido a más de la mitad.

La adaptación a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías también ha sido un paso importante dentro de esa mejora del club como empresa: la modernización de la página web oficial y la aparición en las nuevas redes sociales, tales como Facebook o Twitter, más la creación hace poco de una aplicación para smartphones, ha abierto al club a sus seguidores con unas herramientas de comunicación que hoy día son básicas en una empresa para dar a conocer las novedades o cualquier tipo de noticia, además de otorgar al Real Betis de una transparencia comunicativa e informativa que se antojaba imposible con el anterior Consejo.

A todo ello, se han unido los éxitos deportivos del club en estos tres años: primero el ascenso, luego la permanencia en la máxima categoría del fútbol español y ahora la clasificación para disputar competición europea con la entrada en la Europa League.

Aunque la crisis económica del club, a pesar del cambio, continúa y se espera que siga durante algunos años más, el nuevo Real Betis ha dado todo un ejemplo de gestión empresarial en tiempos de crisis, no solo en el mundo del fútbol, sino para cualquier campo empresarial. Aún le queda trabajo por realizar para eliminar las deudas y limpiar por completo el déficit, pero el camino que lleva es el correcto y no hay duda de que, si siguen así, lo conseguirán.